Una vez que su hijo pueda anticipar la necesidad de orinar y defecar y hacerlo con éxito en el baño, es hora de quitarle los pañales para siempre. Evite el error de traerlos de vuelta, ya que puede provocar confusión y regresión durante el aprendizaje para ir al baño.
Tanto usted como su hijo necesitarán algo de tiempo para adaptarse a esta nueva rutina. Esté siempre preparado y, si su hijo dice: "Necesito orinar", tendrá 7 segundos para llevar el orinal o ir corriendo al baño. Hazlo fácil evitando prendas complicadas durante este período. Elija pantalones elásticos que se puedan bajar rápidamente.
Vayas donde vayas, acostúmbrate a comprobar dónde está el baño más cercano en caso de que tengas prisa. Antes de salir de casa, tanto usted como su hijo deben ir al baño juntos. En el patio de recreo, ir al baño juntos. Antes de salir del patio de recreo, haga otra parada para ir al baño. Establezca una rutina de ir al baño juntos antes de salir para evitar accidentes en el coche.
Lleve siempre consigo un orinal portátil: en el coche, llévelo al parque y manténgalo cerca de usted para que su hijo pueda orinar o defecar con éxito en el orinal. Lleve toallitas húmedas, bolsas de plástico, ropa extra y ropa interior para aprender a ir al baño en caso de accidentes. Es posible que necesite ropa extra hasta que su hijo vaya al jardín de infantes.
Lo más importante es estar cerca de su hijo, estar presente y modelar el comportamiento que desea ver. Al igual que comer juntos, aprender a ir al baño es algo que aprenden observándote. Este es el primer paso y el más crucial. ¡Deshazte de los pañales lo antes posible!
Recuerde, cada niño es único y el cronograma para aprender a ir al baño puede variar. Sea paciente, comprensivo y coherente con su enfoque. Celebre el progreso de su hijo y anímelo durante todo el viaje. Con su guía y comprensión, su hijo dominará el aprendizaje para ir al baño y ganará confianza en este importante hito.